Celebración 50 años del P. Maza en la Compañia de Jesus

Post date: Sep 17, 2012 4:25:37 PM

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Su  presencia me llena de alegría.

¡Qué bueno que han querido y podido estar aquí, pues ustedes son parte importante de estos 50 años!

El P. Eduardo Barrios y un servidor, entramos un 7 de septiembre de 1962, porque mañana los cubanos celebramos a N.S. de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. Esta vez, es una celebración especial: 400 años del hallazgo, flotando sobre las aguas de la Bahía de Nipe, la imagen de N. Señora que ha sido un signo para los cubanos de la lealtad de Dios a lo largo de la historia. 

Los textos de este Eucaristía, son los de mañana, pues en la Iglesia ya es mañana.

La primera lectura nos coloca dentro de la historia de salvación.

De generación en generación, Israel recordó las promesas del Señor, se transmitieron de padres a hijos.

Mis padres y abuelos fueron hombres de fe, especialmente del lado de mi madre.

Mi hermana, Rosa María, que ha podido venir en representación de mis 7 hermanos, no me dejará mentir, nuestros padres eran hombres de fe.

Esa primera lectura nos invita a prestar atención, no tanto a nuestros proyectos, sino a las promesas del Señor, estar atentos a sus intereses y proyectos.

Un proyecto de unidad. Vivimos en pueblos divididos.

Un proyecto que requiere líderes, pastores, dice Miqueas,  mujeres y hombres que se ocupen de la suerte de las mayorías.

Pastores con dignidad, “de pie” y con la fuerza del Señor.

Hay que atender a los proyectos del Señor, porque nos llevan a la verdadera plenitud personal. “Desbordo de gozo en el Señor”.

Estos 50 años, se pudieran resumir entre un pulso entre el Señor y manolo: yo con mi ideíta de felicidad, y el Señor ofreciéndome su alegría.

¡Ojalá yo haberle servido con más transparencia!

He vivido momentos de gran felicidad.

He conocido santos, especialmente en la Compañía, entre los pobres y los profesionales de la Comunidad de Vida Cristiana.

He conocido la Compañía y he conocido a Jesús y me alegro muchísimo, de cuánto Jesús me conoce.

He trabajado junto a religiosas y laicos verdaderos ejemplos.

La confianza de los matrimonios, sus luchas y esperanzas.

Los sueños de los jóvenes.

El cariño espontáneo de los niños, tan queridos.

La vida me ha sorprendido como a José.

Mi carácter  me lleva a elaborarme esquemas, como a José, el Señor me ha ido liberando.

José sueña, en sueños.

Bajarle la guardia a Dios, atender a lo que se mueve en nosotros.

En este momento solemne, no les voy a decir lo que no es: dispónganse a atender lo que se mueve en ustedes para dejarse llevar por esas mociones, esos impulsos, esas invitaciones.

Hay salvación, hay salida.

Su nombre será “Jesús”, Yahvé salva, Dios salva, hasta de nosotros mismos.

Viene de Dios.

Nos toca nombrarla, acogerla.

Esta mujer, María, es signo de esa salvación: confiada a una muchacha.

A quien le cambiaron los planes.

Ella nos anima a entrar en la historia del Señor para descubrir al Señor de la historia.

No es una magia, es Un Dios con nosotros.

Para buscar la plenitud que viene de Dios.

Que nosotros y nuestros pueblos podamos dejar atrás los cálculos mezquinos, para fiarnos de la Palabra de Dios y trabajar por la paz verdadera.

Para acoger todo lo que el Espíritu hace nacer entre nosotros.

Gracias a todos los que han hecho posible este encuentro Eucarístico y el brindis.

Gracias al P. Provincial y los compañeros.

Gracias a ustedes y su afecto.   

¿Por qué no hay cuento?

Cuenta y cuento.

Cuenta, calcular, sumar y restar.

Cuento es narración, que devuelve a la vida.

Yo mismo soy un cuento.