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Post date: May 26, 2014 12:6:3 AM
DESDE LOS TEJADOS
Las Madres y el Espíritu Santo.
Manuel Maza Miquel, S.J.
mmaza@pucmmsti.edu.do
Al principio de los ochenta, Yves Congar, O.P., escribía “Sobre la maternidad en Dios y la feminidad del Espíritu Santo”. En la ruta hacia la fiesta de Pentecostés (Junio 8), este domingo VI de Pascua, también día de las madres, Jesús describe la obra del Espíritu con trazos que bien pudieran dibujar la obra de cualquier madre dominicana.
En el Evangelio de hoy (Juan 14, 15- 21), Jesús presenta al Espíritu Santo en estos términos: “ustedes lo conocen, porque vive con ustedes y está con ustedes”. Así pudieran hablar de su mamá, los muchos dominicanos que crecieron en familias presididas por una mujer. De mañanita, al salir a ganar el sustento, más de una madre dominicana se despidió como Jesús: “no los dejaré huérfanos, volveré”. Contemplar a las madres dominicanas es una ruta adecuada para profundizar en la obra del Espíritu Santo, tal y como Jesús la explicó.
Pero hay otra parte de la enseñanza de Jesús que muchos hijos y figuras públicas han descuidado: “el que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama”.
El Espíritu nos mueve a vivir la Buena Noticia y sus exigencias expresadas en los mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo. Quien ama a la madre, ha de respetar sus exigencias. ¿Tiene sentido irrespetar a la madre el año entero y venirle ahora con un regalo “en su día”? Nuestros congresistas asignan millones a los partidos políticos, todavía sin ley, ni transparencia, y hoy gastarán nuestro dinero en espacios pagados felicitando a las madres.
Es cierto que República Dominicana está en pie por las madres, pero muchas viven de rodillas el año entero, rezando desde que cae la noche para que el hijo regrese sano y salvo.
Quien afirme:”amo a mamá, no sus mandamientos”, mejor sólo diga: ¡miento!
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